PÁGINA OFICIAL DE MARIA PAZ BLANCO – PSICÓLOGA – AUTORA BEST SELLER – CONFERENCISTA

Cuando la vida te invita a soltar

Soltar no siempre se siente como un acto de libertad. A veces, se vive como una pérdida. Una despedida o incluso una renuncia forzada.
Y sin embargo, a veces soltar también puede ser el primer paso hacia algo más grande. Más real. Más tuyo.

He aprendido, en mi propio camino y en el de tantas personas a las que acompaño, que aferrarse suele ser una forma de miedo. Miedo a perder, a dejar el control, a cambiar, a no saber quién ser sin eso que tanto sostenemos: una relación, una identidad, un rol, una historia, una idea de cómo debería ser la vida.

Pero la vida —sabia como es— tiene formas suaves y otras veces intensas de empujarnos hacia lo esencial. Y soltar no es fracasar. Es madurar. Es confiar. Es hacer espacio para que lo nuevo pueda llegar. Para que lo que sí está alineado con tu presente tenga lugar.

A veces soltamos con lágrimas, otras con rabia, a veces en silencio… pero cuando lo hacemos desde la consciencia, soltar se transforma en una elección poderosa.
Una declaración de fe. Una forma de amor propio.

Porque quien suelta, se suelta.
Y quien se suelta, se encuentra.

¿Cómo saber si es momento de soltar?

  • Cuando lo que sostienes te pesa más de lo que te nutre.

  • Cuando una parte de ti ya no se siente representada en ese lugar, vínculo o dinámica.

  • Cuando tus emociones te piden un cierre, pero tu mente insiste en resistirse.

  • Cuando sigues ahí por miedo, pero no por amor.

 

Soltar no es abandonar. No es rendirse. Es respetar tu proceso y tu evolución. Es permitirte vivir en coherencia con quien eres hoy.

Aquí te comparto 6 tips prácticos para soltar desde el amor, no desde el miedo:

 

 


1. Ponle nombre a lo que te duele soltar
Hazlo consciente. No sueltes a ciegas. Nómbralo: ¿es una etapa, una creencia, una exigencia, una relación?
✍🏼 Escribe: “Hoy me doy cuenta de que estoy sosteniendo…”
Hazlo sin juicio. Solo observa. Esa es la puerta de entrada a tu libertad emocional.


2. Acepta que el cierre también es parte del ciclo
Nada florece eternamente. Los cierres no son el fin, sino la forma en que la vida se renueva. Cuando aceptas esto, el apego pierde fuerza.
🌿 Recuerda: Todo lo que es verdadero, no se va. Lo que se va, enseña.


3. Observa tu miedo, pero no le entregues el timón
El miedo es parte del proceso, pero no debe ser el que dirige tu vida. Míralo con ternura. Pregúntale: “¿Qué vienes a proteger?” Y luego elige avanzar igual.
💬 Pregunta poderosa: ¿Quién sería yo si no tuviera miedo de soltar esto?


4. Libérate del deber ser: no tienes que quedarte donde ya no eres tú
Muchas veces no soltamos por culpa, por lealtades invisibles, por creencias limitantes. Pero tú no naciste para sostener todo.
🕊️ Repite contigo: “Tengo permiso para elegir lo que hoy me hace bien.”


5. Crea tu ritual personal de cierre
Encender una vela, escribir una carta que no enviarás, caminar por un lugar especial, decir en voz alta lo que eliges dejar atrás. El cuerpo y el alma necesitan actos simbólicos para cerrar ciclos.
🔥 Acción: Elige un día y honra tu cierre. Transforma el final en un acto de amor.


6. Haz espacio para lo nuevo con intención
Soltar no es solo dejar ir… es también abrirte a recibir. Concreta una acción alineada con tu presente: una decisión, un sí, una cita contigo.
🌱 Pregúntate: ¿Qué nuevo compromiso conmigo misma quiero asumir desde hoy?


Soltar es un proceso. No se fuerza, no se acelera, no se controla. Pero sí se puede acompañar.

Si estás en ese momento en que algo dentro de ti te pide soltar… escucha.
Porque la voz más sabia no siempre grita. A veces solo susurra: “Ya es tiempo.”

Con amor,
María Paz

* Tu proceso no tienes que vivirlo sola. Si sientes que es tu momento, te acompaño con amor y herramientas en mis sesiones de Life Coaching.

Más información aquí.

¿Por qué a las mujeres nos cuesta poner límites?

¿Cuántas veces has dicho ‘sí’ cuando en realidad querías decir ‘no’? Muchas mujeres crecemos creyendo que ser buenas es sinónimo de estar siempre disponibles. Pero, a qué precio?

Muchas mujeres enfrentan la dificultad de establecer límites claros y saludables en sus relaciones, tanto personales como profesionales. Este desafío no es casual, sino que está profundamente relacionado con las expectativas sociales, culturales y familiares que hemos heredado a lo largo del tiempo.

Desde pequeñas, se nos enseña a ser amables, a complacer a los demás, a ser empáticas y a anteponer las necesidades de los demás a las nuestras. La clásica “niña buena”. A menudo, sentimos que poner un límite puede hacer que nos vean como egoístas, frías o poco colaboradoras. Sin embargo, esta creencia nos lleva a descuidar nuestras propias necesidades, lo que puede generar agotamiento emocional, estrés y resentimiento.

¿Por qué nos cuesta tanto?

 

  1. El miedo al rechazo: Muchas mujeres temen que, al poner límites, los demás se alejen o nos rechacen. Esto puede estar relacionado con una falta de confianza en que nuestras relaciones sean lo suficientemente fuertes como para soportar el respeto mutuo.
  2. La búsqueda de validación: El deseo de agradar o de ser aprobadas por los demás puede generar la necesidad constante de decir “sí” a todo, incluso cuando eso nos perjudica.
  3. La culpa: La culpa es uno de los mayores frenos para establecer límites. Nos han enseñado que ser generosas y sacrificar nuestras necesidades por las de los demás es una virtud, lo que genera un conflicto interno cuando intentamos cuidar de nosotras mismas.

Herramientas para aprender a poner límites saludables:

 

  1. Reconocer tus necesidades y emociones: El primer paso es conocerte a ti misma. Tómate el tiempo para identificar qué te molesta, qué te desgasta y qué te hace sentir incómoda. Al ser consciente de tus emociones y necesidades, podrás comunicar tus límites de manera más efectiva.
  2. Aprender a decir “no”: Decir “no” es un acto de autocompasión. No tienes que justificarte ni dar explicaciones largas. Practica respuestas simples, como “Lo siento, no puedo en este momento”, “No es algo que pueda hacer ahora” o “No me siento cómoda con esto”. Esto te ayudará a poner límites sin sentir culpa.
  3. Ser firme y respetuosa: A veces, nos sentimos presionadas a ceder ante los demás por miedo al conflicto. Sin embargo, establecer límites no significa ser agresiva, sino ser firme y respetuosa contigo misma y con los demás. Comunica tus límites de manera clara y tranquila.
  4. Visualiza y establece tu espacio personal: Imagina una burbuja de protección alrededor de ti. Cada vez que te enfrentes a una situación incómoda, imagina que tu burbuja está allí para proteger tu bienestar. Esto te ayudará a mantener una mentalidad de respeto hacia ti misma.
  5. Reforzar el autocuidado: La práctica de límites debe ir acompañada de una actitud de autocuidado constante. Reconocer que mereces tiempo para ti, descansar y hacer lo que te hace bien es esencial para mantener tu energía y bienestar.

 

 

No olvides: Establecer límites saludables no es egoísta, sino una forma de cuidar de ti misma para dar lo mejor de ti a los demás. Al aprender a decir “no”, estarás diciendo “sí” a tu bienestar y a tu paz interior.

Recuerda, los límites son un acto de amor propio y respeto.  Hoy te invito a elegir una situación en la que sabes que debes decir ‘no’ y practicarlo sin culpa porque cada vez que dices ‘no’ a algo que no te nutre, te estás diciendo ‘sí’ a ti misma.

Con amor,

María Paz

 

El arte de soltar: Beneficios de dejar ir lo que ya no te sirve

Liberarte de lo que ya no suma en tu vida es un acto de amor propio. Soltar no significa perder, sino ganar ligereza, claridad y bienestar. Aprende a decir adiós sin culpa y abre espacio para nuevas oportunidades.

 

 

Muchas veces nos aferramos a personas, situaciones o creencias que, en lugar de impulsarnos, nos frenan. Aprender a dejar ir lo que ya no nos sirve es un acto de amor propio y crecimiento personal. Pero, ¿cómo hacerlo sin sentir miedo o culpa?

Nos cuesta soltar porque confundimos el apego con la seguridad. Nos aferramos a relaciones que ya no nos suman, a trabajos que nos desgastan o a pensamientos que nos limitan porque creemos que, sin ellos, estaremos incompletas. Sin embargo, lo contrario es cierto: al dejar ir, nos abrimos a nuevas oportunidades, energía y bienestar emocional.

Beneficios de aprender a soltar

🔹 Mayor paz mental: Cuando dejamos de sostener cargas innecesarias, nuestra mente se libera del estrés y la ansiedad. Soltar es regalarse serenidad.

 

🔹 Espacio para lo nuevo: La vida es un constante flujo de cambios. Si nuestras manos están ocupadas con lo viejo, no podemos recibir lo que realmente nos hace bien.

 

🔹 Más confianza en ti misma: Dejar ir requiere valentía. Cada vez que lo haces, fortaleces tu autoestima y tu capacidad de tomar decisiones alineadas con tu bienestar.

 

🔹 Relaciones más saludables: Cuando aprendemos a soltar vínculos tóxicos o dependientes, abrimos espacio para conexiones genuinas y equilibradas.

 

🔹 Mayor ligereza emocional: Al soltar resentimientos, miedos y expectativas irreales, nuestra energía se renueva y nos sentimos más libres.

¿Cómo empezar el proceso de soltar?

✔ Identifica qué te pesa: Pregúntate qué personas, pensamientos o situaciones te generan más angustia que bienestar.

 

✔ Acepta que todo tiene un ciclo: No todo lo que fue bueno en su momento debe acompañarte para siempre.

 

✔ Suelta con gratitud: Agradece la enseñanza de cada experiencia y permítete seguir adelante.

 

Rodéate de apoyo: Hablar con alguien de confianza o un profesional puede hacer el proceso más llevadero.

 

Cree en tu capacidad de renacer: Soltar no es el final, es el comienzo de algo mejor.

 

Soltar es un arte que se aprende y se practica. Confía en que al dejar ir lo que ya no te sirve, estás haciendo espacio para lo que verdaderamente te hará florecer. Las sesiones de Life Coaching sin duda te ayudarán si te está costando trabajo aprender a soltar. Para más información PINCHA AQUÍ. 

 

Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies. Más información.

Aprende a cultivar el amor propio y descubre herramientas prácticas para vivir una vida plena.
¡Únete al desafío Gratis que María Paz Blanco ha creado para ti!