Hay días en que todo se tambalea. En que no reconoces tu reflejo, en que tus emociones están revueltas y tu mente no da tregua. Días en los que sientes que estás “fallando” por no poder con todo, por no ser tan fuerte como creías, por sentirte perdida incluso dentro de ti misma.
Pero… ¿y si no estás rota?
¿Y si lo que estás viviendo no es una caída, sino una transición sagrada?
Desde la psicología lo sabemos: las crisis no son un error ni un signo de debilidad. Son umbrales. Pasajes entre una versión antigua de ti —construida para sobrevivir— y una más auténtica, más libre, más alineada con lo que realmente eres. A veces, lo que se desmorona no es tu esencia, sino las capas que ya no te sostienen: las máscaras del deber, las exigencias heredadas, los automatismos que ya no resuenan con tu verdad.
Porque todo lo que no nace desde tu autenticidad… tarde o temprano se caerá. Y eso no es una pérdida: es una oportunidad de reconstruirte desde un lugar más honesto, más humano, más tú.
Hoy quiero compartirte 3 herramientas sencillas pero profundas para cuando sientas que necesitas regresar a ti:
1. La pausa consciente (detenerse para escucharte)
Tómate 5 minutos en completo silencio. Respira profundo. Pon tu mano sobre tu pecho y pregúntate:
¿Qué emoción hay en mí ahora mismo?
Nombrarla ya es empezar a sanar. La autoconciencia es el primer paso para reorganizar tu mundo interno.
2. Diario de autorreconocimiento
Cada noche, antes de dormir, escribe 3 cosas que hiciste bien hoy. No importa cuán pequeñas sean. Entrenar tu mente para ver tu luz es un acto diario de amor propio.
¿Cocinaste algo rico? ¿Acompañaste a alguien? ¿Te levantaste aunque no tenías ganas? Eso cuenta, y mucho.
3. Reescribe la narrativa
Piensa en el pensamiento más autocrítico que te repites cuando estás mal (por ejemplo: “nunca hago nada bien”). Ahora, reescríbelo desde la compasión:
“Estoy haciendo lo mejor que puedo con lo que tengo hoy. Y eso es suficiente.”
Este simple ejercicio activa nuevas rutas neuronales que fortalecen tu autoestima.
No tienes que tenerlo todo claro para empezar a sanar. Solo necesitas presencia, amabilidad y el permiso para ir paso a paso.
Y cuando parezca que estás perdiéndote… en realidad podrías estar reencontrándote con tu versión más auténtica.
Si hoy resuena contigo el deseo de reencontrarte, te invito a compartir este post con alguien que amas y a dar el siguiente paso.
En mis sesiones de life coaching 1:1, te acompaño con herramientas de psicología, neurociencia y amor propio para que transformes tu camino desde el interior.
Agenda tu primera sesión conmigo y comencemos juntas este nuevo capítulo. ¡Hay pocas vacantes abiertas! (Y se llenan muy rápido)
[Escríbeme aquí para más información ➝] YO QUIERO
Te espero con mucho amor en este maravilloso camino del reencuentro personal.
María Paz
_____________________________________________________________________
Una breve reseña sobre mí:
_____________________________________________________________________
También te podría interesar:
Mitad de año: un llamado a pausar y reflexionar